lunes, 16 de noviembre de 2015

Ruta en Hassi Berkane con grupo Botas Rotas

El domingo 15 de noviembre el Grupo de Senderismo Botas Rotas realizó una ruta por las inmediaciones de la localidad marroquí de Hassi Berkane.

Dicha localidad se encuentra a unos 58 kilómetros al sur de Melilla, y por tanto, para realizar esta salida no es posible dirigirse a pie hasta el lugar, dada la distancia que existe. La alternativa evidentemente es llegar al lugar haciendo uso de cualquier otro medio de transporte. El grupo Botas Rotas optó por hacerlo en tren. 



Tomamos el tren en la estación del puerto de Beni-Enzar, con un coste de 20 dirham (2 euros aproximadamente) en acomodación de segunda clase, y en poco más de una hora llegamos nuestro destino.

Curiosamente la parada en Hassi Berkane no se realiza en el pueblo, el cual dista algo menos de cinco kilómetros, sino en un apeadero aislado. Dispone de una estación de nueva construcción, pero que estaba cerrada y con evidentes signos de no estar en servicio. Desde allí iniciamos nuestra ruta por un sendero que corre paralelo a la vía del tren en dirección sur. 

A los pocos kilómetros viramos hacia el suroeste, y pasamos junto a algunos lugares habitados, con pequeñas explotaciones agropecuarias, para finalmente adentrarnos en la llanura de Haraig, una extensión pedregosa, prácticamente desprovista de árboles. Un auténtico yermo.

La caminata por este paraje es fácil, pese a lo pedregoso del lugar. Existen pistas que atraviesan la llanura.

Finalmente llegamos a las ruinas de un antiguo fuerte. 

"El fuerte se localiza en la llanura de Haraig. Se trata de una construcción en fábrica de mampostería anterior a 1921, que se conforma como un recinto rectangular de dos alturas y dos torres circulares en los ángulos noroeste y sureste. Además de la piedra, se emplearon asimismo otros materiales, como el ladrillo para el enmarque de vanos y bloques de hormigón para la formación de las aspilleras. Presentaba detalles ornamentales neoárabes, como la entrada en forma de arco de herradura apuntado, que le daban el aspecto de castillo de referentes medievales exóticos (Bravo 2000:161-162). Actualmente presenta un estado de completo abandono y ruina, con alguno de sus lienzos totalmente derruidos. Pese a ello, aún se aprecia su estructura original"  (La huella militar en el sector oriental del Protectorado Español de Marruecos (1912-1956),  Luis Blanco Vázquez y Gerardo Sierra Piedra)

Aquí descansamos un rato, bebimos y comimos un poco, y tras reponer fuerzas y hacer las oportunas fotografías del lugar, reanudamos la marcha, ahora en dirección a Hassi Berkane. Llegamos a esta localidad sobre las 14:00 horas (hora local, una hora menos que el horario español). 

Nos sentamos a comer en un pequeño restaurante junto a la carretera principal que atraviesa la localidad, la N19. Allí pedimos dos kilos de carne de ternera a la brasa. La carne está expuesta al aire, te cortan la cantidad solicitada y la preparan en una anafre de carbón. La acompañamos de ensalada y patatas fritas. 

Tras la comida, reanudamos la marcha para dirigirnos hacia la estación del tren. Hay una pequeña vía asfaltada que conduce desde el pueblo hasta la estación. Llegamos con tiempo suficiente, y esperamos durante unos cuarenta minutos a que llegara el tren. Si lo pierdes no hay otro, así que más vale ser previsores y tener margen de horario.

La vuelta a Melilla la hicimos en acomodación de primera clase pues el tren iba bastante completo de viejaeros. Nos costó 35 dirhams cada billete (3,5 euros). Bajamos en la parada del puerto de Beni-Enzar, y nos cruzamos a pie la frontera hacia Melilla, sobre las siete de la tarde, hora española.

Un hermoso de día de excursión.




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